Consulta Médica Dr. Calabuig |
Ozonoterapia |
En el campo médico el ozono se utiliza como mezcla Oxigeno-Ozono (90% de oxígeno y 10% de ozono), y una larga experiencia clínica indica que no existen apenas efectos colaterales de importancia si dicho tratamiento se aplica de forma correcta. Además, no causa reacciones alérgicas de ningún tipo (salvo las extremadamente raras alergias al oxígeno-ozono). En dosis adecuadas (1-50 µg/ml de oxígeno) el ozono (O3) no provoca efectos colaterales perjudiciales, debido a que existen mecanismos de protección antioxidante. Además, se puede apreciar, después de la administración de O3, una activación de las enzimas atribuible a la inactivación de los mecanismos de reparación propios de las células que de esta forma son completamente capaces de impedir la formación de las eventuales moléculas reactivas (efecto Scavenger). Naturalmente, la condición fundamental para el uso del ozono en el hombre, es la dosis suministrada que debe exceder la capacidad que las encimas antioxidantes (superóxido dismutasas y catalasas) y el glutation tienen para impedir la acumulación de anión superóxido ( O2-) y de peróxido de hidrógeno (H2O2 ). Numerosas experiencias clínicas indican como los efectos colaterales del tratamiento con mezclas de oxígeno-ozono, son raros y la mayoría de las veces están ligados a errores, tanto en la técnica de administración como en la dosis administrada. En Alemania, en 1988 se practicaron 1.500.000 autohemotransfusiones con ozono sin que el Departamento para el Control de los Efectos Indeseables provocados por los Fármacos hubiera registrado efectos indeseables de alguna entidad (en comparación, un fármaco muy popular, el AAS, es responsable de incontables casos de alergias, úlceras gástricas, gastritis,…). Su eficacia, en cualquier enfermedad en que se aplique, se debe a algo más que a una buena oxigenación de la sangre. Como se ha explicado, el ozono surge por la exposición de un flujo de oxígeno a una descarga eléctrica de alto voltaje y alta frecuencia. Esta reacción química es la encargada de producir el ozono medicinal. El gas, al entrar en contacto con la sangre, reacciona con los ácidos grasos insaturados, convirtiéndose en ozónidos y luego en peróxidos. El hierro de la sangre actúa como catalítico. Esta reacción hace que la hemoglobina de la sangre libere oxígeno adicional en el torrente sanguíneo, produciéndose un leve aumento de la presión arterial y el descenso de la presión venosa. |